La otoscopía es una evaluación del oído utilizando un instrumento denominado otoscopio. Esta técnica permite visualizar el conducto auditivo externo (CAE) y al interior de éste, la membrana del tímpano para así luego efectuar el diagnóstico por visión directa y poder pesquisar alguna alteración de ésta. Es una prueba rutinaria que es indolora, cuya realización apenas lleva unos minutos y no requiere ningún tipo de preparación por parte del paciente.Hay 2 tipos de otoscopía:
Este examen puede realizarse con luz indirecta, es decir, con espejo frontal y enfocando la luz hacia el CAE y sus interiores. Por otro lado, se puede utilizar con luz directa, a través de un otoscopio que posea una fuente luminosa y una lupa.
¿Cómo se debe realizar la otoscopía?
Hay que orientar la porción cartilaginosa del CAE mediante una tracción del pabellón auricular hacia arriba y atrás para ''rectificar'' el trayecto. Luego se introduce nuestro otoscopio en el eje de la porción ósea del conducto tomando las precauciones necesarias para evitar posibles lesiones al paciente. De esta manera hay que seguir el curso del canal hasta encontrar la membrana timpánica.
En niños y en lactantes la tracción del pabellón auricular es diferente en relación al adulto, puesto que su membrana timpánica tiene una distinta orientación, no es perpendicular al eje del hueso. Por esta razón, se debe desplazar el pabellón hacia abajo y atrás.
Luego de la visualización con el otoscopio se hace menester limpiar el conito plástico del otoscopio con alcohol.
*Veamos una otoscopía normal
¿Qué debemos observar en una otoscopía normal?
En el examen debemos observar:
- -Cono luminoso
- -Manubrio del martillo
- -Umbo
- -Membrana timpánica color gris perla
- -Pars fláccida y tensa
- -Anulus
- -Mucosa del CAE
- - Apófisis corta del martillo
Normalmente, el canal auditivo es del color de la piel y posee vellos pequeños. El oído puede tener cerumen, ya que éste se genera como mecanismo de protección para el cuidado del oído externo. El cerumen es de color marrón amarillento, sin embargo puede adoptar colores diversos sin interferir en su función protectora. El tímpano es de color gris nacarado o blanco perla brillante, esa es su coloración normal. Los pequeños huesos del oído medio generalmente se encuentran empujando la membrana timpánica del oído como las astas de una tienda de campaña.
Se debe apreciar un cono de luz al hacer incidir el otoscopio dentro del oído de un paciente. El cono luminoso se ubica en el cuadrante anteroinferior de la membrana timpánica, el cual se origina a partir de la reflexión de la luz proveniente del otoscopio. En un tímpano normal debe verse el cono luminoso.
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Qué precauciones debemos considerar al momento de realizar una otoscopía?
Un aspecto que siempre se debe tener en cuenta para una correcta otoscopía es revisar que el otoscopio que se introduce tenga un calibre adecuado según la edad y tamaño del oído. En el caso de los niños, es necesario cerciorarse que se encuentre sentado o en posición decúbito, teniendo la consideración que la cabeza y el cuerpo estén adecuadamente inmovilizada, pues de esta forma se puede generar un traumatismo cuando el instrumento está dentro del conducto.
El otoscopio debe ser introducido sin formar ángulos bruscos, evitando el contacto con las paredes (porción ósea) puesto que estos son sensibles al dolor.
La higiene de manos por parte del personal de salud y de los instrumentos también tiene gran trascendencia puesto que hay pacientes que llegan con algún tipo de micosis en donde se debe analizar el oído enfermo y luego asegurarse de limpiar el instrumento antes de analizar el otro oído ya que puede infectarse.
La presencia de micosis o herpes zoster es una de las precauciones más delicadas pues son muy contagiosas, por lo mismo al hacer otoscopía se hace necesario limpiar el espéculo luego de ocuparlo en el oído enfermo para no contagiar el oído sano.
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